ANSIEDAD AL REGRESO A CLASES

El impacto del cierre de las escuelas ha sido devastador a nivel mundial, afectando los aprendizajes, la protección y el bienestar de niños, niñas y adolescentes. La evidencia muestra que los niños más vulnerables experimentan las peores consecuencias, agregando a esto las desigualdades socio culturales.

Una de las afecciones fue en el ámbito emocional como los cambios en los hábitos de sueño y alimentación en los más pequeños; angustia y depresión en los mayores, cambios que afectan el desarrollo emocional y cognitivo.

La escuela, más allá de su función primaria en el aprendizaje, tiene un rol central en el bienestar integral de niños, niñas y adolescentes. La información más reciente disponible a nivel mundial indica que, con las medidas de seguridad necesarias, las escuelas No son el principal factor de transmisión en la comunidad (UNESCO-UNICEF 2020). Evaluar el riesgo de transmisión a nivel local debería ser un factor determinante en las decisiones relacionadas con el funcionamiento de las escuelas.

Por eso, hoy es prioritario volver a las aulas de forma segura y planificada, poniendo en marcha sistemas de alternancia, grupos reducidos y el uso de distintos espacios públicos y escolares. Es clave fortalecer el uso pedagógico de nuevas y viejas tecnologías; asegurar el acceso al agua y mecanismos de higiene y desinfección, ampliar la conectividad y distribución de equipamiento; informar a las familias y comunidad educativa; acompañar y fortalecer las condiciones de trabajo y las habilidades de directivos y docentes para transitar esta emergencia.

UNICEF insta a que en 2021 la educación presencial sea la regla, siempre que la situación epidemiológica lo permita, con un acuerdo político y social que evite profundizar las brechas de desigualdad de los niños, niñas y adolescentes, y posibilite garantizar su bienestar.

Los niños que regresan al aula se enfrentan a desafíos como la ansiedad de separarse de sus familias después de meses de estar juntos. Para algunos niños esto podría causar ansiedad por separación, además de la ansiedad que pueden sentir al dejar su lugar seguro con información que tienen respecto a la pandemia.

En el contexto de la pandemia, los niños salen de la casa con el conocimiento de que no deben acercarse demasiado a otras personas (por la sana distancia), que mantengan los cubrebocas puestos, que usen desinfectante, que se laven las manos, por lo que pueden preguntarse: ¿Estamos seguros de que es seguro regresar? ¿Están a salvo las demás personas o mi familia? ¿Y es seguro tocar esto? Estos son, por supuesto, miedos realistas que comparten los adultos. Para algunos niños, la emoción de volver a la escuela después de tantos meses en casa superará la posible ansiedad, favorecido por el deseo de ver a sus amistades.

Pediafitness sabe que los padres tienen una complicada misión para lidiar con toda esta ansiedad e incertidumbre: convencer a los niños de que es seguro estar lejos de ellos, y al mismo tiempo animarlos a tener cuidado y prepararlos para ser flexibles en caso de que la situación cambie. El dialogo además de fortalecer el vínculo, dará confianza ante la ansiedad de separación y le hará sentirse seguro, escuchar sus inquietudes ayudará a saber cómo se siente.

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